Número-222

  • Se requieren controles más estrictos para los laboratorios: senador Miguel Ángel Navarro
  • Investigación del cannabis no puede hacerse en traspatios ni laboratorios improvisados; requiere metodología.


El titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, (Cofepris), José Alonso Novelo Baeza, señaló que hay condiciones de verificar las 359 empresas laboratorios y advirtió que en caso de encontrar irregularidades en la producción de medicamentos serán suspendidas.

“No se tiene ninguna consigna específica a empresas o personas, solamente se trata de cumplir con los lineamientos y normatividades. Nosotros estamos para cuidar la salud de los mexicanos”, aclaró.

Al comparecer ante la Comisión de Salud, el funcionario federal informó que el país no cuenta con un mapa nacional de riesgos sanitarios, “pero ya lo está elaborando en coordinación con los sistemas de salud de las 32 entidades federativas”.

En relación a los medicamentos genéricos, reveló que representan el 80 por ciento de las compras del sector salud y cuestan sólo el 20 del presupuesto destinado a ese rubro, el resto, es destinado a medicamentos de patente.

Sugirió la creación de un fondo multinacional que se encargue de adquirir los derechos de explotación de investigaciones, para que las fórmulas de patente sean un genérico universal de acceso inmediato. Dijo que se busca sensibilizar a la Organización de las Naciones Unidas, o la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, para impulsar esa propuesta.

Novelo Baeza detalló que trabaja en la Comisión a su cargo para limpiarla de corrupción, “barriendo las escaleras de arriba para abajo para dar ejemplo y compromiso”. Anunció que se concluyó la transferencia de recursos a las entidades federativas.

El presidente de la Comisión de Salud, senador Miguel Ángel Navarro Quintero, exhortó a la Cofepris aplicar controles estrictos a los laboratorios que mantienen patentes eternas, pues niegan la posibilidad de contar con medicamentos genéricos de calidad y más accesibles a la población. “No puede haber una política de ventanillas cerradas”, agregó.

También hizo un llamado al Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual a ser más estrictos y no jugar con las reglas del juego de la industria de los medicamentos, incluyendo nuevos genéricos cada cinco años. No se pretende lesionar a la industria farmacéutica, remarcó.

A su vez, la senadora del PAN, Noemí Reynoso Sánchez, expresó su desconfianza por el cambio de laboratorios para la compra de medicamentos. En días pasados los medios de comunicación dieron a conocer que ciertos fármacos se compraron en la India, es necesario, dijo, garantizar la calidad de éstos para la población mexicana.  
 
Por Morena, el senador Américo Villarreal Anaya preguntó sobre los lineamientos que deben ser incluidos en las leyes reglamentarias para el uso médico del cannabis y los efectos positivos en la población que lo requiere.
 
El funcionario federal señaló que sí hay daños a la salud por el consumo de marihuana. Estos se presentan en el sistema nervioso central, daños periféricos y a la sociedad “eso está comprobado”.
 
Explicó que no se puede cerrar la puerta a la investigación de las moléculas de la planta, no obstante una cosa es sustraer determinadas moléculas y otra cosa, usar la planta o sus aceites “con toda la avalancha” de principios activos que contiene, porque se estaría violando un principio del medicamento: seguridad, calidad y eficacia.
 
“No nos cerramos a la investigación científica, pero que se haga con altos requerimientos y cumplimientos de la metodología de la investigación”. La investigación del cannabis, dijo, no se puede llevar a cabo en traspatios ni en laboratorios improvisados.
 
Precisó que se requiere una instancia que lleve a cabo el registro y control de las solicitudes de  información de la planta. Que se construya un padrón de los científicos y su metodología, ya que los medicamentos derivados del cannabis tienen un proceso mínimo de 15 años de investigación. “Una cosa es ser remedio y otra cosa es ser medicamento”, resaltó.
 
En lo que refiere a su uso personal, dijo que es necesario analizar de forma integral los 30 artículos de la Declaración de los Derechos Humanos. Apelar únicamente al artículo 22 que refiere el libre desarrollo de la personalidad “puede ser muy seductora”, pero no va de acuerdo al artículo 29, que precisa los deberes del individuo con la comunidad, destacó.
 
No se trata de hacer polémica, dijo, sino que es una invitación para reflexionar de forma sana mirando hacia un objetivo: la salud del pueblo de México.

La senadora Patricia Mercado, de MC, preguntó sobre lo que ha pasado con el reglamento de cannabis terapéutico y medicinal. ¿Cómo están debatiendo este tema, sobre todo por la nueva resolución de la Corte que dio 180 días? Cuestionó.
El titular de Cofepris señaló que detrás del cannabis no hay realmente propósitos terapéuticos, lo que hay realmente es un gran interés económico. Actualmente, agregó, a nivel mundial sólo hay seis registros sanitarios. Los cuales no se consideran específicos para tratamiento, son usados para potenciar anestesia y en algunos casos de convulsiones refractarias.

A su vez, la senadora del PRI, Nuvia Mayorga Delgado indicó que quieren conocer qué ha pasado con el medicamento contra el cáncer. Saber qué proceso van a seguir ustedes para que no haya desabasto de medicamentos por las fallas que estén encontrando. Que explique la situación con el laboratorio Pisa.

El funcionario reiteró que no existe desabasto de dicho medicamento. Lo que se presentó fue un desabasto mediático, inducido por problemas administrativos.

Encontramos irregularidades en el proceso de producción del medicamento por parte del laboratorio Pisa. Revisamos lotes de 17 mil ampolletas de metotrexato que Pisa distribuyó, y no pasaron las pruebas de esterilidad. Se encontró una bacteria -no patógena- pero que incumple la norma. Son cuestiones de operatividad que ponen en riesgo a quienes reciben esos medicamentos, señaló.

Luego del hallazgo, dijo, se procedió a comunicar a las instituciones de salud para que no usen el medicamento. Su uso, continuó, puede generar daños en situaciones de vulnerabilidad por inmunodeficiencias.