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El senador perredista Fidel Demédicis Hidalgo propuso crear la Ley General del Derecho a la Alimentación, a fin de reducir la dependencia alimentaria del país y para que el Estado garantice a toda la población una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, sin importar edad, estado civil, origen étnico, idioma, cultura, condición social, discapacidad o religión.
 
Explicó que otros objetivos de la Ley son aplicar políticas públicas  y estrategias que permitan lograr la seguridad, soberanía y autonomía alimentaria en el corto, mediano y largo plazos
 
Planteó también crear el Instituto Mexicano de la Alimentación, con autonomía para ejercer la política pública en la materia, que contribuya a revertir la tendencia creciente de las importaciones de alimentos a partir de esquemas sustentables de producción local y social de alimentos.
 
El Instituto tendrá la facultad para garantizar y difundir el derecho a la alimentación de los mexicanos, consagrado en la Constitución, así como impulsar una política productiva y organizada para eliminar paulatinamente las acciones asistenciales ineficientes.
 
También sugirió aplicar m ecanismos de participación social que permitan la educación, conciencia, la participación activa y la difusión para lograr una alimentación sana y suficiente.
 
Indicó que su propuesta pretende cambiar los actuales programas sociales que aplican los tres niveles de gobierno, ya que están dirigidos con un criterio clientelar y convenenciero, de ahí que se tenga poca eficiencia en la reducción de la pobreza alimentaria.
 
“Necesitamos evitar la perversidad electoral con que se usa la pobreza, ya que a la autoridad le resulta más rentable dar recursos en efectivo directamente por el funcionario interesado para que haya gratitud hacia él y consecuentemente se ganen votos”, subrayó.
 
El legislador advirtió que “vivimos una alarmante dependencia alimentaria que pasó de importar cinco mil 79 millones de dólares de alimentos en 1995 a 26 mil 475millones de dólares en 2011, durante el periodo comprendido en la vigencia del Tratado de Libre Comercio.
 
Añadió que tan solo el déficit de la balanza comercial en alimentos ascendió en 2011 a cuatro mil 636 millones de dólares, la cifra más grande en la historia, ya que representa un monto similar al presupuesto que dispone la SAGARPA para apoyar la producción.
 
“Si lo vemos por producto, significa que importamos el 95 por ciento del soya que consumimos, el 80 del arroz, el 33 del maíz, el 56 del trigo, el 30 del frijol, el 40 de la carne de res y puerco y el nada honroso primer lugar como importadores de leche en polvo”, concluyó.
 
La iniciativa fue turnada a las Comisiones Unidas de Autosuficiencia Alimentaria y de Desarrollo Rural
 
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