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El senador petista David Monreal Ávila exhortó al Ejecutivo federal para que instrumente un programa emergente de inversión y apoyo a los pequeños y medianos productores de maíz, frijol y trigo, especialmente en las zonas siniestradas por desastres naturales extremos como las sequías y heladas.
Asimismo, requirió que a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, se compruebe y evidencie que los subsidios sean realmente entregados a los pequeños y medianos productores agrícolas mexicanos.
Advirtió que a 18 años de haber entrado en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, los campesinos de México no han visto algún beneficio, ni se ha implementado alguna política social en beneficio de la clase campesina.
Lo anterior, dijo, se sustenta en que tanto el Banco de México como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía reportaron que en la actual administración federal las importaciones de alimentos entre 2007 y 2012 fueron 65.5 por ciento superiores a las realizadas en el gobierno anterior.
Consideró inadmisible que un país con cerca de 200 millones de hectáreas se vea obligado a importar semillas primordiales de la Canasta Básica como frijol que ha incrementado hasta en 111.9 por ciento; el maíz con un 162.2 por ciento; el trigo con 72.2 por ciento, y la soya con el 53.5 por ciento.
Además, los pagos de estas importaciones son millonarios, expresó: tan sólo en maíz se han gastado más de 12 mil 102 millones de dólares, para el trigo, cinco mil 816 millones, y en soya se gastó ocho mil 900 millones de dólares.
Desde su punto de vista, ese dinero debería invertirse de manera más eficaz y eficiente en el campo mexicano, en proyectos productivos para lograr fortalecer la pequeña y mediana agricultura campesina.
Es sabido que en un pueblo que importa lo que consume, es un pueblo sumiso a las potencias internacionales, por lo que es intolerable que el Estado mexicano sea incapaz de fomentar los insumos con que se procesan los alimentos de primera necesidad, finalizó.
El punto de acuerdo se turnó a la Comisión de Agricultura y Ganadería.
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