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Los grupos parlamentario del PAN y PRD en el Senado recordaron este martes los hechos ocurridos el 2 de octubre de 1968.
En opinión de la senadora panista Laura Angélica Rojas Hernández se trata de “una de las páginas más negras que mostró la podredumbre del viejo régimen”, pues aquella noche “cayeron muertos decenas de jóvenes inocentes y junto a ellos se apagaron las esperanzas de un México plural”.
Manifestó que el gobierno de entonces “no soportaba la palabra disidencia y estuvo dispuesto a eliminar a sus opositores con tal de mantener la única verdad posible, la suya”.
Lo sucedido el 2 de octubre, aseguró Rojas Hernández, “no sólo sirve cada año para voltear a mirar el pasado con detenimiento, sino también para alertar sobre el futuro, porque hoy hay un proyecto político que podría reconstruir muchas características del viejo régimen bajo un rostro de modernidad”.
“Cualquier intento de regresión al viejo régimen --advirtió-- debe ser detenido por la memoria de los jóvenes del 68, y por la de todos los demócratas que han ofrendado su vida para darnos libertad”.
Consideró que el mejor homenaje para los estudiantes “que fueron víctimas de la violencia de Estado”, es luchar para que en México no haya un retroceso en la vida democrática que tanto trabajo costó conquistar en nuestro país.
A su vez, para la senadora Dolores Padierna Luna, del PRD, en muchos puntos del país ser joven “sigue siendo motivo de discriminación, agresión y violencia” y “no hemos sido capaces de poner sobre la mesa las condiciones mínimas para su desarrollo”.
Dijo que además de la violencia social que se ejerce contra este sector está la del Estado, pues de los 32 millones de jóvenes mayores de 18 años, siete millones no tienen oportunidades de estudio ni de trabajo y sus opciones son el subempleo, la informalidad o el crimen organizado”.
Resaltó que 185 mil jóvenes murieron por causas violentas entre 2001 y 2010 y el 60 por ciento de las personas encarceladas son menores de 30 años.
Señaló que en materia educativa solamente seis de cada diez acceden a la preparatoria, tres de cada diez a universidades y hay diez millones de estudiantes que abandonan la escuela por falta de recursos y muchos que alcanzan la titulación no encuentran empleo.
“Ante semejantes condiciones --afirmó-- nadie debiera de sorprenderse por las movilizaciones de jóvenes que experimentamos en estos meses. A 44 años de distancia debemos reconocer que si algo nos han demostrado las y los jóvenes mexicanos es que no van a quedarse tranquilos ni callados”.
En tanto, su compañero de bancada y vicepresidente de la Mesa Directiva, senador Luis Sánchez Jiménez, resaltó que hace 44 años, igual que hoy, se gestaba una nueva Ley Federal del Trabajo en medio de un movimiento estudiantil que fue objeto de “una brutal represión”.
Comentó que en esa ocasión Fidel Velázquez pudo haber dado un acto reivindicatorio a favor de la clase obrera, pero no lo hizo y “negoció con el gobierno a cambio de su abstención del movimiento estudiantil y del financiamiento que éste le pudo haber dado”.
Así, aseveró, los dirigentes sindicales, “gracias a su lealtad al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, podrían “manejar en el futuro cuantiosos recursos económicos como si fueran personales, sin obligación alguna de informarle a cualquiera de sus agremiados, al menos que se lo pidiera la asamblea”
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