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El senador perredista Benjamín Robles Montoya propuso hacer un llamado al presidente de la República para que remita al Senado un informe detallado sobre el proceso de separación de reos federales de los reos del fuero común y saber si se cumplirá el objetivo de concluirlo para finales de 2012.
El punto de acuerdo también incluye la petición de un reporte sobre los avances en la construcción, costo y cuántos reos podrán albergar los ocho nuevos penales federales que deberían estar terminados antes del año en curso.
El legislador dijo que la delicada situación de las prisiones mexicanas responde a la sobrepoblación, que crece por falta de nuevos espacios y al mal diseño institucional, y también a la corrupción de las autoridades que administran los penales.
Añadió que la población penitenciaria actual, que asciende a 230 mil reos – cinco por ciento son mujeres-- es la octava más grande del mundo en términos absolutos, con una tasa promedio de 207 reclusos por cada 100 mil habitantes, cuando el promedio internacional es de 145 por cada cien mil.
El número de mexicanos en las cárceles casi se ha triplicado desde 1990. En el 2007 la población de las cárceles federales alcanzaba los tres mil reos y cuatro años después había ascendido a 12 mil 450.
Manifestó que “no podemos aspirar a la reinserción social cuando individuos que delinquen por primera vez conviven con delincuentes consumados; con miembros de la delincuencia organizada, condición que provoca que en las cárceles nazcan las nuevas células delictivas”.
Expuso que en lo que va del sexenio se han sumado ocho mil nuevos presos federales provenientes del crimen organizado, y la gran mayoría han sido ingresados a penales estatales que no cuentan con la capacidad suficiente, de ahí que en lo en el mismo periodo se hayan fugado alrededor de 780 prisioneros.
La propuesta será turnada a la Comisión de Seguridad Pública.
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