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altLa senadora panista Marcela Torres Peimbert propuso que la Secretaría de Educación Pública incluya en los programas de estudio en los niveles de primaria, secundaria y preparatoria el nuevo contenido del artículo tercero de la Constitución, referente al respeto de los derechos humanos.

En su exposición de motivos, explicó que por primera vez en la historia de las constituciones de México, se estableció el respeto a los derechos humanos, lo que es una oportunidad para formar individuos que sepan que reconocer y respetar esas garantías.

Además, la legisladora consideró que ese nuevo precepto es una “carta abierta a una pluralidad que puede generar paz social”.

Sin embargo, expresó su preocupación debido a que según la Encuesta Nacional de Cultura Constitucional, tres de cada diez jóvenes encuestados consideraron que los derechos humanos no pueden ser respetados en la lucha contra el narcotráfico.

Asimismo, varones de entre 15 a 29 años y adultos jóvenes de 30 a 34 años señalaron que no se puede combatir la delincuencia sin violar los derechos. 
 
“Este olvido de la juventud por el pasado inmediato --agregó-- es alarmante, pues los derechos humanos son una conquista de la ciudadanía ante gobiernos opresores y autoritarios.

Citó que tres de cada diez entrevistados estuvieron de acuerdo en que “para conseguir información se torture a una persona detenida por pertenecer a un grupo de narcotraficantes y se pronunciaron a favor de que fuerzas de seguridad maten a un miembro de la delincuencia organizada en vez de juzgarlo”.

De igual forma, indicó que cuatro de cada diez personas están de acuerdo con la pena de muerte y dos de cada diez aceptó la frase: “violar la ley no es tan malo, lo malo es que te sorprendan”.

Ante este panorama, estimó necesario elaborar programas de educación en materia de derechos humanos, con la finalidad de fomentar su mayor comprensión y la tolerancia mutua.

En este sentido, enfatizó que el Estado mexicano “no debe omitir la valiosa participación de las organizaciones no gubernamentales en la formación de los programas educativos en materia de derechos humanos”.
 
“Trascender de una educación republicana que pone especial énfasis en las virtudes cívicas de los ciudadanos, a otra que parta del conocimiento y respeto de los derechos humanos en una sociedad tan desigual como la mexicana, es comenzar a sembrar un cambio en las mentes de los jóvenes que en la escuela construyen y fortalecen a nuestro país”, puntualizó.

El punto de acuerdo se envió a la Comisión de Derechos Humanos para su análisis y dictaminación.

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