Número-1014

  • El envío de la Guardia Nacional de Estados Unidos a la frontera de México, el TLC y el TPP podrían ser determinantes en el futuro del campo.

Se debe plantear cómo estructurar el presupuesto rural para el próximo año, sus prioridades y orientación como tema fundamental para el campo, señaló el senador Fidel Demédicis Hidalgo, presidente de la Comisión de Desarrollo Rural.

Así como reconocer a los actores sociales del campo por su importancia para la paz social, refirió durante la inauguración del foro “Diálogos para una agenda rural 2018-2024”, realizado en el Senado de la República.

Comentó que existen tres sucesos que podrían ser determinantes en el futuro del campo mexicano: el envío de la Guardia Nacional de Estados Unidos a la frontera con México, para impedir el paso de la marcha mesoamericana de migrantes que se dirige a Washington, lo que representa una militarización de un problema social internacional.

En segundo lugar, la definición del futuro del Tratado de Libre Comercio, porque parece que la presidencia de Estados Unidos se empeña en condicionar el tema migratorio frente al intercambio comercial entre ambas naciones.

Y en tercer lugar, la ratificación de la Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), por sus implicaciones en cuanto al intercambio de semillas, patentes, regalías, medicinas e internet.

Con el foro “queremos arribar a una propuesta de agenda prioritaria, de los puntos comunes que la sociedad acepte como básica para la transformación del campo”, dijo el senador Demédicis.

El presidente de la Comisión de Autosuficiencia Alimentaria, Isidro Pedraza Chávez, comentó que se necesita una reforma integral al campo, un cambio de fondo en las políticas de desarrollo rural; empezar con una restructuración de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), para lograr mayor vinculación.

Además, es indispensable actualizar la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, así como planear, proyectar y ejecutar un programa ambicioso de desarrollo de la sociedad rural. Hizo hincapié en que es necesario aprovechar las tecnologías y los apoyos gubernamentales para entrar al mercado nacional, a los mercados de exportación, pues este grupo de productores representan un alto potencial de crecimiento, y son los llamados a desarrollar la industria media y de comercialización no monopólica de productos del campo.

El senador Zoé Robledo, integrante de la Comisión Especial Sur Sureste, afirmó que existe una amenaza real para el país, representada por una crisis alimentaria, “en estados pobres, como el mío, como en Chiapas, sí hay gente muriéndose de hambre”, refirió.

Si hay una sola persona que muera de hambre en el país, no se puede decir que en México hay una democracia funcional, explicó el senador. Dijo que los políticos deben tomar en serio la reforma al campo, con una agenda rural, como un reto generacional.

José Sarukhán, director de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), refirió que no existe una buena política de estímulos a empresas sociales; y para acceder a la seguridad alimentaria se pueden utilizar tres patrimonios del país.

En primer lugar, la diversidad genética de los cultivos y plantas mexicanas; en segundo término, los campesinos, que deben ser parte del proceso de cambio en el campo; y finalmente, la comunidad académica científica.

En el foro también participaron: Gustavo Gordillo de Anda, del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp); Alfonso Cebreros, representante de Maseca, y el consultor Jaime de la Mora.

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