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El senador José González Morfín, presidente de la Cámara de Senadores, afirmó que México demanda una reforma política integral que ayude a traducir nuestra creciente pluralidad en gobiernos más eficaces, transparentes y cercanos a la gente, pues “sólo así lograremos que nuestro país dé el salto definitivo al desarrollo”.
Dijo que los cambios constitucionales en materia política aprobados por el Congreso y promulgados este miércoles por el Ejecutivo federal, representan un paso hacia una democracia de mayor calidad, ya que abren nuevos cauces para la participación ciudadana, la rendición de cuentas y la eficacia institucional.
Gracias a innovaciones importantes como la iniciativa ciudadanía, las candidaturas independientes, la consulta popular y la iniciativa preferente, la reforma --afirmó-- fue producto del trabajo colectivo de todas las fuerzas políticas y los poderes Legislativo y Ejecutivo.
Hizo notar que se debatieron posiciones, se contrastaron proyectos y se arribó a un consenso que representa un avance significativo para la vida democrática del país.
Es, sin duda, “un avance positivo, pero no podemos quedarnos ahí”, subrayó González Morfín al participar en la ceremonia en la que el presidente Felipe Calderón firmó el decreto respectivo, en Palacio Nacional.
Puntualizó que en la discusión del proyecto original quedaron fuera temas importantes que contenía la propuesta original del presidente de la República, enviada al Congreso en 2009.
Entre ellos, el también presidente de la Comisión Permanente citó la segunda vuelta en la elección presidencial, la reducción del número de diputados y senadores, el incremento del porcentaje de votos para la conservación del registro de partidos y la facultad de iniciativa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Además --dijo-- las propuestas sobre la elección consecutiva de legisladores, reconducción y veto presidencial, aprobadas en la Cámara de Senadores, “no tuvieron la misma suerte” en la de Diputados.
El senador González Morfín consideró de la mayor relevancia que estos temas se sigan debatiendo.
Hoy, el reto es hacer que México viva una segunda ola democratizadora, una segunda victoria cultural que permita avanzar en al construcción de una democracia de calidad.
Una democracia, añadió, que garantice plenamente la protección de las libertades, la supremacía del estado de derecho y el goce de derechos sociales básicos.
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