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La Comisión Permanente se sumó a la consternación que embarga al pueblo de Estados Unidos por el asesinato de 12 personas en un cine de la ciudad de Aurora, Colorado.

De igual forma, se pronunció porque en ese país se determine una regulación sobre la producción y venta de armas acorde con la realidad.

En el dictamen aprobado, el pleno de senadores y diputados expresó su condena a este acto criminal y manifestó la solidaridad del Congreso de la Unión con los familiares y amigos de las personas que perdieron la vida, así como con quienes resultaron heridos.

Además, lamentó el aplazamiento de la adopción del Tratado Internacional para Regular el Comercio Global de Armas, cuya discusión concluyó en la Conferencia de Naciones Unidas para el Tratado sobre el Comercio de Armas, el pasado 27 de julio en la Ciudad de Nueva York.

En el texto sometido a discusión, se solicitó que el Ejecutivo federal intensifique las acciones diplomáticas para continuar las negociaciones que permitan aprobar dicho tratado en la próxima asamblea general de la ONU.

La madrugada del pasado 20 de julio un individuo realizó múltiples disparos de arma de fuego en contra del público de un cine ubicado en la localidad estadounidense de Aurora, Colorado, con un saldo de 12 personas muertas y 58 heridas.

El hecho, se considera en documento, revivió el debate sobre la necesidad de controlar la venta de armas en la nación norteamericana, pues el atacante no violó ninguna ley cuando adquirió el armamento para el atentado.

Según la policía, James Holmes utilizó un rifle de asalto AR-15, un fusil Remington 879, una pistola Glock calibre 40 y un cuchillo de cacería, así como seis mil rondas de municiones y múltiples cartuchos para su rifle, incluido uno capaz de disparar 60 balas por minuto.

La elaboración y venta discrecional de armas genera, de una u otra forma, un riesgo social, por lo que su regulación es necesaria para garantizar que no se utilicen para la ejecución de actividades ilícitas, se subraya.

“Entendemos --aclaran los legisladores-- que la discusión relativa a la regulación o no de la fabricación y venta de armas sólo corresponde a la representación popular norteamericana, pero, sin el ánimo de interferir en los asuntos políticos y sociales de esa nación, consideramos oportuno llamar a la reflexión en el tema”.

En la tribuna, el diputado priista Carlos Flores Rico destacó que con el Tratado Internacional para Regular el Comercio Global de Armas se pueden evitar hechos como los de Aurora, pero pese a la voluntad de cerca de 140 países se postergó su aprobación.

Dijo que el convenio regula la movilización de armas comercializadas entre países y plantea que no se puedan llevar a cabo transacciones con gobiernos “que tienen como costumbre la violación sistemática de derechos humanos” o la extensión de su administración “por mecanismos autoritarios o represión”.

También incluye la posibilidad de impedir el comercio ilícito con organizaciones criminales y narcotraficantes como sucede en la frontera norte de México.

Por ello, precisó, el punto de acuerdo plantea, con todo respeto a la soberanía de Estados Unidos, la promoción de un diálogo entre el Congreso norteamericano y su gobierno para controlar y limitar la venta de armas “que van a parar a manos aviesas” y a la propia delincuencia organizada.

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