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La Cámara de Senadores aprobó por unanimidad reformas a la Ley General de Salud para garantizar la atención integral de mujeres embarazadas, incluyendo la atención psicológica que requieran y con estricto respecto a sus derechos humanos.
Para ello la Secretaría de Salud promoverá la creación de redes de apoyo a la salud materno-infantil, con la participación de los sectores social y privado en el ámbito federal y en las entidades, para facilitar el acceso de las mujeres embarazadas a los servicios de salud.
Además, establece que la salud materna abarca el embarazo, parto, post parto y puerperio, por la condición de vulnerabilidad en la que se encuentra la mujer y el bebé.
Del mismo modo, dispone que las autoridades sanitarias fomenten la lactancia materna durante los primeros seis meses de vida y de forma complementaria, hasta el segundo año.
En este sentido, impulsarán la creación de “bancos de leche humana” en los establecimientos de salud que cuenten con servicios neonatales.
En el dictamen los senadores destacaron la relevancia de la salud de las mujeres durante el embarazo y el parto, así como de los recién nacidos, por sus implicaciones en el bienestar familiar, económico y social.
Subrayaron que México está obligado a adoptar las medidas necesarias para reducir la mortalidad infantil y asegurar que a ningún niño o niña se le niegue su derecho a la alimentación y a la salud.
El decreto por el que se reforman y adicionan los artículos 61, 64, 61 bis y 64 bis a la Ley General de Salud, se remitió al Ejecutivo Federal para sus efectos constitucionales.
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