Número-1093

  • Gobernar desde la clase política y no desde la necesidad ciudadana nos ha llevadohacer una serie de perlas en la Constitución: senador José María Martínez
  • Un verdadero sistema federal demanda subsidiaridad; aquí está el reto para los representantes del Pacto Federal: senador Patricio Martínez.

La Constitución debe dejar de ser un pacto entre partidos políticos, porque nuestro sistema constitucional, actualmente, está alimentado por la desconfianza ante ellos, dijo el senador José María Martínez, presidente de la Comisión de Reforma del Estado, durante el foro “¿Existe el federalismo en México?”, en el marco del Centenario de la Constitución.

“La idea de gobernar desde la clase política y no desde la necesidad ciudadana nos ha llevado a hacer una serie de perlas en la Constitución, que derivan en un detrimento a la autonomía y soberanía de los estados y municipios”, comentó. Explicó que el llamado pacto federal también debió haber externado la voluntad de las entidades federativas, y como todo contrato, debería tener una cláusula de salida.

Luis Humberto Fernández, secretario de la Comisión de Reforma del Estado, subrayó que reflexionar sobre el Federalismo es importante porque México vive una de las etapas más frágiles, al menos desde la Revolución Mexicana, por amenazas que antes eran inimaginables, en referencia a la política migratoria adoptada recientemente por Estados Unidos.

El Federalismo y la Constitución son las formas en las que se define el Estado mexicano para resolver problemas, refirió; pero “el problema del Federalismo es una cuestión casi esquizofrénica, porque tenemos entidades muy débiles y gobernadores muy fuertes, pero su fortaleza no deriva de una potencia institucional, sino de una red de corrupción, de implicaciones y alianzas políticas”, señaló.  

Patricio Martínez García, integrante de la Comisión de Reforma del Estado, dijo que la arquitectura del Federalismo es el reto para el país, porque existe profunda desigualdad, inestabilidad y poca sustentabilidad con las entidades federativas; y “la tentación ha sido responder con la centralización, y no con la subsidiaridad que demanda un verdadero sistema federal; aquí está el reto para los representantes del Pacto Federal”, comentó.    

Señaló que las reformas constitucionales más frecuentes, aprobadas desde 1917, han sido a los artículos 73, 74, 76 y 89, lo que refleja una permanente y, quizá, fallida ponderación sobre la conciliación de las facultades otorgadas a la Federación y las que permanecen, por exclusión, reservadas a los estados.

Manuel González Oropeza, investigador titular del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, refirió que el país se rige bajo un sistema confederado, y no federado.

Refirió que en el caso del municipio, está sumergido en la miseria y subordinación absoluta, y no tiene ni siquiera un título en la Constitución; dijo que tendría que ser un ámbito de gobierno y no una circunscripción geográfica, por lo que tendría que dotársele de poderes.

En el panel denominado “El federalismo y la práctica centralista”, José Barragán Barragán, investigador del Sistema Nacional de Investigadores, expuso que el debilitamiento del federalismo es consecuencia de hacer bien o mal una ley o reforma a la Constitución.

“Hemos echado a perder la Constitución. Tiene contradicciones, y muchas cosas que no deberían estar ni en un reglamento; el problema se centra en la actividad del Congreso de la Unión, en funciones de poder revisor, aquí es donde no se trabaja bien, ni en el Congreso de la Unión ni en los Congresos estatales que aprueban las reformas”, subrayó. 

Juan Carlos Izaza Arteaga, experto en derecho fiscal, dijo que la debilidad de las instituciones en los tres niveles de gobierno es el principal problema del país; y refirió que México está reprobado, hasta 2015, en todos los indicadores globales que existen en el World Justice Project, que es una encuesta a escala mundial sobre cómo se experimenta el estado de derecho por el público en general.

Jaime Hernández Colorado comentó que el auge de la autonomía de los gobernadores en los últimos lustros, sucedió cuando no existían controles para imponer límites en el ejercicio del gasto público, lo que derivó en las deudas de escándalo. “Hay que pensar en un nuevo esquema de coordinación y corresponsabilidad”, dijo.

Rafael Estrada Michel, director de posgrado en derecho en la Universidad Panamericana, impartió la conferencia “Soberanía y cláusula de salida de la federación”, y dijo que en ninguna constitución que se respete se establecería una cláusula para tal efecto.

“Sería debilitar de suyo el aparato de la unión; ¿puede haber separaciones?, claro, la parte más fuerte, la más sólida en sus convicciones, terminará, si es el caso, separándose de la unión”, explicó.  

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