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El Senado de la República aprobó por unanimidad el Reglamento de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, que permitirá dar certeza, agilizar y eficientar los procedimientos jurídicos de este órgano legislativo.
En tribuna, el vicepresidente de la Mesa Directiva, Francisco Arroyo Vieyra, del PRI, aseguró que el Reglamento tiene una gran trascendencia, ya que complementa los reglamentos que cada Cámara del Congreso expidió en el 2010 y que suplen al emitido en 1934.
Agregó que la participación activa de diputados y senadores en el análisis del proyecto, lo hacen un documento escrupulosamente cuidado y ponderado que cubre las necesidades de la Comisión Permanente.
Dijo que este marco regulatorio que rige los trabajos del Congreso, será complementado este miércoles con una iniciativa de modificaciones a la ley orgánica que propondrá reformas a la integración de la Mesa Directiva.
“Se trata –dijo- de contar con reglamentos armónicos, vigentes, para que no nos digan que en el Congreso federal o en casa del herrero teníamos un azadón de palo”.
Por su parte, el titular de la Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, Armando Contreras Castillo, del PRD, celebró la aprobación del Reglamento pues que representa un paso hacia la actualización del marco normativo.
Aclaró que el actual ha dejado de ser eficaz en cuanto a su aplicación, debido a la evolución en el desarrollo de las funciones del órgano colegiado.
Contreras Castillo destacó que había necesidad de contar con un ordenamiento interno que diera certeza y seguridad jurídica a la forma de organización y procedimientos de la Comisión Permanente para ejercer las atribuciones político-jurídicas que les corresponde.
Sobre todo, agregó, en estos tiempos en que la pluralidad política ha modificado para bien el rol del Poder Legislativo”.
Explicó que este reglamento establece las disposiciones que regulan las sesiones del Congreso General, “y una regulación básica para los llamados órganos bicamerales”.
Por su parte el también senador perredista Pablo Gómez Álvarez aseguró que se trata de un “paso más” para perfeccionar la normatividad que rige el funcionamiento del Poder Legislativo.
Sin embargo consideró que ésta aún es “precaria”, pues carece de reglas específicas en situaciones como el desarrollo de las comparecencias, donde prevalece la improvisación.
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