Número-222

  • Dichos congresos se celebraron en 1916 y buscaban redimir el yugo tradicionalista sobre la mujer, definir el papel de la escuela y las funciones que ellas desempeñaban.  
  • También se pretendía dar apertura a las mujeres para contender a candidaturas de elecciones populares municipales, sin embargo, la propuesta no prosperó.           

 

El Pleno del Senado de la República aprobó en votación nominal, por 72 votos a favor y cero en contra, el  dictamen de las comisiones unidas Para la Igualdad de Género y de Estudios Legislativos Primera, por el que el Congreso de la Unión declara “2016, Centenario de los Congresos Feministas de Yucatán”.

La senadora Carmen Dorantes, del Grupo Parlamentario del PRI, dijo que 1916 es una fecha histórica en México, ya que se realizó el primer congreso feminista, el cual fue impulsado por el entonces gobernador de Yucatán, Salvador Alvarado, con la participación de más de 700 mujeres.

Comentó que la declaración “2016, Centenario de los Congresos Feministas de Yucatán” es un homenaje a ese primer congreso, y abonaría a la consolidación de una sociedad con mejores oportunidades para todos.  

El senador Daniel Ávila, del Grupo Parlamentario del PAN, recordó que el 13 de enero de este año se cumplieron cien años del primer congreso feminista de Yucatán, el cual sirvió para mejorar las condiciones educativas, económicas y políticas de las mujeres de esa entidad.

Celebró la iniciativa para reconocer a las mujeres que tuvieron el valor de luchar por el pleno ejercicio de sus derechos civiles y políticos; y que esta sirva para consolidar el empoderamiento de la mujer.

En su intervención, la senadora Yolanda de la Torre, del Grupo Parlamentario del PRI, refirió que el empoderamiento económico de las mujeres es un buen negocio, porque las empresas se benefician al aumentar las oportunidades en los cargos de liderazgo de las mujeres, ya que incrementan su eficacia.

Detalló que en México, durante 2013, laboraban 76 mil mujeres en el sector construcción, de un total de 689 mil 243; en las industrias manufactureras, 34.3 por ciento; y un millón 850 mil mujeres en los servicios privados no financieros, casi la mitad de personal ocupado.    

En el dictamen aprobado se detalla que en el primer congreso se discutieron estos temas: redimir el yugo tradicionalista sobre la mujer, definir el papel de la escuela en la reivindicación de está en la sociedad, y el esclarecimiento de las funciones que la mujer desempeñaba para ser parte de la dirección de la sociedad.

Además, se aprovechó el momento para que un grupo minoritario de 31 congresistas, aproximadamente, demandaran el voto de las mujeres a nivel municipal.

El segundo congreso se realizó del 23 de noviembre al 2 de diciembre de 1916, donde las posturas radicales lograron conceder acuerdos significativos en torno al derecho del voto de la mujer; sin embargo el tema que pretendía dar apertura a las mujeres para contender a candidaturas a elecciones populares municipales no prosperó.

Respecto de la participación política de la mujer, el dictamen resalta como un hecho histórico que en la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión, en la Cámara de Diputados, se contabilizaron 212 mujeres diputadas, 42.4 por ciento del total, lo que representa el mayor número registrado en una legislatura.

Finalmente, el documento menciona que dentro del gabinete del gobierno federal existen dos secretarias de Estado y una procuradora general, además de la gobernadora de Sonora. La propuesta aprobada fue remitida al Ejecutivo federal.

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