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conmemoracionEn la Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto y en Homenaje a Gilberto Bosques Saldívar, el senador José González Morfín enfatizó que la democracia y la libertad son valores fundamentales que deben constituirse sobre una cultura comprometida con los derechos humanos, la tolerancia y el respeto a las diferencias.

En este sentido, aseguró, el Senado de la República seguirá impulsando reformas que tengan en el centro de las decisiones a la persona, como las modificaciones constitucionales en materia de derechos humanos, la legislación que castiga con mayor severidad la trata de personas y la nueva ley de protección a los migrantes.

Desafortunadamente, advirtió, “la intolerancia y la discriminación persisten en numerosas regiones de nuestro planeta. Por eso la remembranza de la tragedia del Holocausto es fundamental para evitar su repetición y construir una nueva cultura de tolerancia y no discriminación”.

El presidente de la Mesa Directiva del Senado recordó que el Holocausto significó el asesinato de más de seis millones de personas, de los cuáles más de millón y medio eran niños inocentes.

Destacó que una de las causas centrales de la tragedia fue el enraizamiento y la radicalización de la cultura de la discriminación.

“A lo largo de varias generaciones y abarcando amplias capas sociales --subrayó--, en Europa se sembró en antisemitismo, la intolerancia, así como la idea estúpida e inmoral de que el mundo podía dividirse en seres supuestamente superiores y aquellos presuntamente inferiores”.

Ante integrantes de la familia del embajador, González Morfín resaltó que en medio de la manipulación de la ignorancia y el odio, así como de la indiferencia, Gilberto Bosques Saldívar ayudó a escapar a alrededor de 30 mil personas de la Europa oprimida por el fascismo cuando ocupó el cargo de Cónsul en Marsella.

Don Gilberto, agregó, comenzó su obligación consular asistiendo a los mexicanos acosados por el régimen que los nazis impusieron en Francia, pero ante la enorme demanda de asilo por parte de europeos perseguidos tomó la determinación de rentar un castillo en Reynard donde brindó refugio a los solicitantes de visas para huir a México.

Por ello, el Senado decidió honrar de manera permanente su obra y memoria con la creación del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, dijo.

“Estamos convencidos --asentó-- de que la diplomacia parlamentaria que nosotros ejercemos en representación de México en el mundo tiene como guía la práctica y defensa efectiva de los principios de la democracia y el respeto a los derechos humanos”.

En tanto, el senador petista Ricardo Monreal Ávila señaló que el Holocausto tuvo consecuencias funestas, pues “sucedieron atrocidades jamás vistas y se avasallaron los principios morales y básicos del respeto a la vida y la dignidad.

Pero, advirtió, “no fue algo que ocurrió por azar o mala suerte”, sino un proceso de exterminio sistemático con el apoyo de gobiernos, organizaciones e individuos, que legitimaron la discriminación y el odio racial.

Monreal Ávila celebró que el pasado 13 de diciembre, el Senado haya acordado la creación del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques Saldívar.

Sin embargo, lamentó que “tengamos que reconocer a este extraordinario hombre 67 años después de los acontecimientos”.

Para el titular del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Ricardo Bucio Mújica, es indispensable garantizar la no repetición de los hechos con marcos legales e institucionales adecuados, programas, políticas públicas y cambios culturales para erradicar los prejuicios y los estigmas.

Coincidió en que con el marco constitucional en materia de derechos humanos, aprobado por el Congreso, el Estado reconoce y es responsable de proteger las garantías de los ciudadanos.

Sharon Zaga, presidenta del Museo Memoria y Tolerancia, destacó que el análisis de este hecho histórico es relevante para comprender cómo fue posible la participación de la sociedad.

El Holocausto, resaltó, es el único genocidio que fue legal, donde se modificó la Constitución para poder ejercer la discriminación y posteriormente el asesinato de manera legal y sistemática. Además, se utilizaron todos los instrumentos de un Estado para ejercerlo: abogados, doctores y jueces formaron parte de los perpetradores.

Señaló que en los últimos años hemos sido testigos directos de masacres inconcebibles en Guatemala, la ex Yugoeslavia, Ruanda y Darfur, por lo que cuestionó: ¿Cuántas conmemoraciones vamos a presenciar al mismo tiempo en el que siguen ocurriendo genocidios?

En su turno, el presidente del Comité Central de la Comunidad Judía en México, Rafael Zaga Kalach, reconoció que varios países que han firmado la carta magna de la Organización de las Naciones Unidas ignoran y desafían su resolución para rechazar la negación del Holocausto como un hecho histórico.

Afirmó que “a pesar de la inmensa cantidad de material en documentos, actas, películas, fotografías y testimonios vivos de quienes sufrieron y perpetraron estos crímenes atroces, dirigentes de algunos países niegan este hecho y propagan nuevamente el veneno del antisemitismo.

Sin embargo, acotó que aún en el peor momento de la historia de la humanidad, hubo seres humanos como don Gilberto Bosques Saldívar que arriesgaron su propia vida para salvar la de miles de refugiados.

Por último, la cineasta Lillian Liberman recordó que Bosques Saldívar representó a México desde la perspectiva humanista “que hoy en día se ha perdido y que es urgente recuperar”.

Consideró que la grandeza del diplomático mexicano radicaba en su ética, integridad, coherencia y en la defensa de valores humanistas, por lo que es necesario recuperarlos “porque que son la única vía para salir de la triste situación en la que México se encuentra”.

Posteriormente, el senador José González Morfín inauguró la muestra fotográfica Gilberto Bosques, un hombre de todos los tiempos en las instalaciones de la nueva sede del Senado.


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