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seminarioCon la intervención francesa, en México surgió una resistencia republicana en todos los estados del país, que coadyuvó a modificar las relaciones entre Iglesia y estado, a erradicar la constante opresión que ejercía el poderoso y a consolidar la libertad, el interés y la unidad nacional.

Así lo destacó la historiadora Patricia Galeana, durante la cuarta sesión del Seminario Nacional Resistencia republicana en las entidades del país, que se desarrolló en la nueva sede del Senado de la República.

Señaló que Maximiliano de Habsburgo, que junto con su esposa Carlota, de ideología liberal, llegó a México en junio de 1864, derrumbó en realidad todas las expectativas que tenían de él los conservadores y los patriarcas del clero poderoso.

Contra lo que escribieron algunos de sus detractores clericales, decepcionados de haber traído un imperio para que borrara todo lo que había hecho la Reforma Liberal, lo primero que decidió Maximiliano fue ratificar todo lo que hizo Benito Juárez, subrayó.

Al hablar de la resistencia republicana en el estado de Guerrero, el doctor Jaime Salazar Adame, licenciado en historia por la Universidad Autónoma de la entidad con doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid, señaló que esta resistencia cambió de súbito la ideología de los guerrerenses.

Agregó que partir de la Revolución de Ayutla de 1854, que concluye con el fusilamiento de Maximiliano en 1987, la guerra no concluye en Guerrero, donde se da una desintegración del Estado debido a la nueva división territorial que proponen tanto los conservadores como los imperialistas.

Por su parte, el doctor en historia, Mario Aldama Rendón, al exponer algunos episodios de la resistencia republicana en Jalisco, afirmó que la intervención francesa no es más que un resultado lógico de la guerra de Reforma.

Agregó que un inolvidable episodio es donde los conservadores lanzan la segunda y última ofensiva para tratar de rescatar e impedir el avance del proceso de reformas que encabezaba Benito Juárez”.

Aldama Rendón dijo que con la intención de crear un estado moderno laico y dejar atrás las viejas estructuras coloniales de poder que aun estaban en Jalisco, la guerra de Reforma dividió de tal manera a la sociedad que cuando llega la intervención hay una verdadera crisis de conciencia entre los tapatíos.

Señaló que Jalisco fue punto neurálgico en la Guerra de Reforma, no solo desde el punto de vista social, sino ideológico, porque estaban los obispos dirigiendo los discursos más encendidos contra la Reforma.

En tanto, el doctor José Herrera Peña, historiador, catedrático y autor de libros como Autonomía, Soberanía e Independencia, explicó que desde el principio hasta el fin, Michoacán participó en la defensa nacional de la nación.

Dijo que las tropas michoacanas pelearon no sólo en su estado, sino que intervinieron y apoyaron la guerra contra los franceses en otras entidades del país, donde se reconoce su apoyo y su patriotismo.

Dijo que escritores nacionales y extranjeros se han ocupado de la historia del ejército del centro, del que formaban parte Michoacán, Jalisco, Colima, Guanajuato, Querétaro y Morelos.

Sobre la resistencia republicana en Yucatán, el doctor Raúl Vela Sosa, titular de la cátedra de historia económica de la Universidad Autónoma del estado, dijo que para entender los acontecimientos que se vivieron en la península durante la intervención francesa, es necesario conocer las condiciones que imperaban.

Explicó que después de declarar su independencia de España, Yucatán fue una de las entidades que más se comprometió con la construcción de la república federal, al grado de que cuando se pretendió dar paso al centralismo, no dudó en declarar su separación de la República en tanto se restaurara el federalismo.

Afirmó que la criticada actitud del separatismo yucateco, no es otra cosa que una declaración de fe a la República federal y su negación al centralismo.

La clase política yucateca actuaba de manera diferente a la capitalina. En tanto en Yucatán la preponderancia económica y política la tenían las fuerzas de la burguesía mercantil, que entonces era emprendedora, y progresista, en el centro la fuerza la tenían las alianzas del alto clero con los antiguos militares y los terratenientes retrógrados.

Al Seminario asistieron los senadores priistas Cleominio Soreda Novelo y Melquiades Morales Flores, presidente de la Comisión Especial encargada de los Festejos para la celebración del sesquicentenario de la Batalla de Puebla.

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