COMUNICADO-928

•  El dictamen establece la creación del cabildo, el cual tiene un mayor balance político, controlará el presupuesto y la exigencia de cuentas

•  La reforma debe beneficiar a la población y no a grupos de poder o partidos políticos: senadora Mariana Gómez del Campo

Durante la mesa temática “Revisión del modelo de gestión administrativa que plantea la reforma política del Distrito Federal”, el senador del PRD, Mario Delgado Carrillo, afirmó que es necesario construir un nuevo modelo de gestión administrativa para la Ciudad de México que fortalezca la forma de organización de las ciudades y zonas metropolitanas.

Subrayó que en la propuesta --que elabora la Comisión del Distrito Federal, encabezada por Delgado Carrillo-- se establecen posibilidades de gestión administrativa iguales a las actuales, sin embargo la diferencia se encuentra en la creación de la figura del cabildo, el cual tiene un mayor balance político, controlará el presupuesto y la exigencia cuentas.

Expresó que aún se debe mejorar el dictamen, y lo que ya está se ha logrado consensar con las fuerzas políticas. “La reforma sigue siendo un tema del que todo mundo habla, pero no se realiza, en el que todo mundo se compromete pero a la hora de la hora no pasa nada”, finalizó.

La senadora del PAN, Mariana Gómez del Campo Gurza, dijo que la reforma política para el DF debe construirse de manera conjunta con los ciudadanos, a fin de que beneficie a la población y no a grupos de poder o partidos políticos. Además, debe contener mecanismos de participación ciudadana que le permitan a la población intervenir de manera más directa en la toma de decisiones.

Tenemos la necesidad de una reforma política integral, con una visión metropolitana, puntualizó.

La directora de Desarrollo Urbano del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Gabriela Alarcón, aseguró que no es indispensable una reforma política para la Ciudad de México, sino que se requiere de una reforma administrativa, ya que convertir al DF en una nueva entidad federativa tiene riesgos importantes y los beneficios no son claros.

Dijo que se debe plantear un marco jurídico “bien pensado y aterrizado” en el ámbito administrativo, construido bajo una coordinación efectiva que incluya al Estado de México y los municipios conurbados, a través de nuevas instituciones con plena rendición de cuentas.

El investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Mauricio Merino, manifestó que la reforma no puede ser sólo administrativa, sino que debe suponer una transformación de la vida política de la Ciudad, “ya que representa la oportunidad de ir por delante de los problemas que plantea el federalismo mexicano y la forma en que se vienen gestionando los municipios del país”.

Puntualizó que el sistema de competencias, la lógica electoral y los sistemas de control democrático representan áreas de incertidumbre en el dictamen, los cuales necesitan resolverse. “La reforma política debe rescatar la participación ciudadana en el gobierno”, indicó.

La directora del Programa Universitario de Estudios Sobre la Ciudad de la UNAM, Alicia Ziccardi, señaló que el trabajo fundamental de la reforma política es construir un régimen especial que permita que la Ciudad de México empate las funciones de una zona metropolitana y, al mismo tiempo, el escenario de la vida económica, política y social más importante en el país.

Manifestó que es indispensable crear ámbitos de coordinación en la zona metropolitana, que permitan compatibilizar el gobierno político y la administración urbana, así como construir una constitución  política que establezca un cuerpo legal y único, para el inventario de leyes vinculadas con derechos que ha aprobado la legislatura local durante varios años.

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