El Senado aprobó expedir la Ley Federal de Archivos, que dará paso a un marco normativo moderno que permitirá la conservación y difusión de documentos.

Con dicha Ley, se da plena autonomía de gestión y personalidad jurídica al Archivo General de la Nación, que ahora será un organismo descentralizado, rector de la actividad archivística nacional y entidad central de consulta para la administración de los archivos administrativos e históricos.

El director general del AGN será designado por el presidente de la República, o a indicación de éste, a través del Coordinador de Sector, por el Órgano de Gobierno, lo que de manera implícita refleja la importancia del cargo.

Además, prevé la creación de áreas indispensables para la implementación de la Ley como la coordinación de archivos, archivos de trámite y de concentración e históricos, y de otras instancias relevantes como el Consejo Nacional de Archivos, el Registro Nacional de Archivos, el Sistema Nacional de Archivos, archivos presidenciales y archivos privados de interés público.

El senador Jesús Murillo Karam, del PRI, quien presentó el dictamen en tribuna, declaró que con la Ley de Archivos se ha dado un gran avance, pues se concibe al Archivo Nacional “como algo que tiene que ver con el Estado y no con cualquier gobierno en turno”.

Algo que tiene que ver con la historia del país, con el asentamiento de los datos que pueden dar certeza para el futuro, precisó.

El dictamen se turnó a la Cámara de Diputados.

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