Senadores del PAN propusieron abrir al capital social y privado la industria nacional de refinación de hidrocarburos.
Con la apertura, “la importación bajará la presión sobre la oferta interna de productos y disminuirá las necesidades de que la industria petrolera nacional invierta en instalaciones de refinación”, aseguró el senador Juan Bueno Torio.
Afirmó que la inclusión de recursos financieros ajenos al presupuesto federal no implica necesariamente pérdida de soberanía sobre nuestros recursos naturales.
Por el contrario --precisó-- nada gana la nación, en términos de soberanía, con tener una industria petrolera debilitada y al borde del colapso y un mercado nacional que depende en forma creciente con productos importados.
Al exponer los motivos de la reforma constitucional, mencionó que durante los próximos 10 años se requerirán inversiones sostenidas cercanas a los 26 mil millones de dólares para que la industria petrolera pueda superar las condiciones de rezago.
Citó que entre los principales retos que la nación enfrentará en el futuro destacan la declinación de la producción de crudo, la escasez de capital y la capacidad de ejecución para la exploración y desarrollo de yacimientos en aguas profundas y la insuficiente inversión en materia de refinación.
Por ello, señaló, la alternativa es incorporar recursos de los sectores privado y social a la industria petrolera con orden y apego al marco constitucional, sin arriesgar la rectoría del Estado en los eslabones de la cadena de valor que garantice el interés y la soberanía nacionales.
Con la propuesta del PAN se garantiza el dominio directo de la nación sobre los bienes del subsuelo y cumple con la preservación de la propiedad y el control de los recursos por parte de los Organismos Subsidiarios de Petróleos Mexicanos, creados para realizar actividades estratégicas en los ámbitos exclusivos del Estado mexicano.
El senador por Veracruz explicó que la iniciativa propone actuar de manera decidida y con oportunidad “para evitar que en la industria de transformación del petróleo se repita lo que de manera dramática hemos visto que sucedió con la petroquímica nacional”.
Para tal efecto, separa las actividades de la industria de transformación del petróleo, transporte, almacenamiento y distribución, de las incluidas en el artículo 3 de la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo, de forma tal que sean liberadas de la competencia exclusiva del Estado.
De acuerdo a la propuesta de Acción Nacional, la primera etapa incluye el transporte, almacenamiento, distribución y comercialización de petrolíferos para fortalecer desde este segmento toda la cadena de valor.
En este sentido, Bueno Torio aclaró que no se proponen cambios a la organización ni al funcionamiento de PEMEX, tampoco pretende desincorporar activos de la paraestatal y menos aun, considera tocar al régimen que rige la exploración y extracción del petróleo crudo.
En el documento no se plantea que Petróleos Mexicanos se deshaga de sus activos, por lo que no podrán ser desincorporados del patrimonio de la nación.
Por el contrario, responde al objetivo prioritario de asegurar el abasto oportuno, suficiente y de calidad de derivados del petróleo y gas, y de una demanda cada vez más dinámica, exigente y dispersa.
De aprobarse la iniciativa panista no se podrán otorgar concesiones, participaciones o permisos para la participación de los sectores privado y social en la exploración y explotación del petróleo crudo.
En la misma intervención en tribuna, el senador Bueno Torio presentó tanto la reforma al artículo 28 Constitucional como la que modifica la Ley Reglamentaria del 27 de la Carta Magna, que fueron turnadas a las comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos, la primera, y de Energía y Estudios Legislativos, la segunda.
Las dos propuestas están suscritas, además, por los senadores panistas Rubén Camarillo Ortega, José Antonio Badía San Martín, Fernando Elizondo Barragán, Jorge Ocejo Moreno y Augusto César Leal Angulo.
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