BOLETÍN-397

Senadores de los grupos parlamentarios del PRI, PAN, PRD, y PT afirmaron que el ex-presidente de España, Adolfo Suárez González, fue un defensor de los valores de la democracia y una pieza clave en la transición política de esa nación.

Adolfo Suárez falleció el domingo pasado, a los 81 años de edad. El primer presidente de la democracia en España, entre 1976 y 1981, fue conocido como político, estratega y uno de los hombres que logró la transición del régimen franquista a la democracia en España.

La senadora Hilda Flores Escalera, del Partido Revolucionario Institucional, aseguró que con el diálogo y la negociación, durante su mandato impulsó un “verdadero cambio” en las instituciones y la consolidación de los derechos políticos de los españoles.

Además de los cambios políticos, dijo, en la economía emprendió una estrategia basada en el consenso y acordó la política española con todas las fuerzas parlamentarias de carácter democrático, entre las que se incluían diferentes corrientes políticas.

Víctor Hermosillo y Celada, del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional consideró que Suárez González fue un firme defensor de los valores democráticos, que utilizó en todo momento el diálogo y consenso para el bien común, en la resolución de cualquier conflicto.

Indicó que Suárez González debe ser un ejemplo que dirija la labor legislativa, por lo que invitó a los senadores a “honrar estos principios universales” para que la democracia mexicana siga creciendo y fortaleciéndose.

El senador del Partido de la Revolución Democrática, Manuel Camacho Solís, dijo que contrario a España, México ha tenido una transición a la democracia “demasiado larga y errática”, con avances y retrocesos por el restablecimiento del autoritarismo que prevalecía en el país.

Agregó: “Estamos en deuda con quienes lucharon por la democracia en México, con el pueblo de México y con la democracia”.

Por el Partido del Trabajo, el senador Manuel Bartlett Díaz afirmó que desde el Senado de la República se recuerda la patriótica y democrática posición de España, que impulsó el expresidente Suárez González durante su mandato, entre 1976 y 1981.

Aseguró que México estuvo siempre “en contra del fascismo español, siempre a favor de la República y, después, del lado de la democracia”.

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