Senadoras de la República se pronunciaron por concretar la igualdad de género en el Congreso de la Unión y revertir las condiciones de exclusión y marginación en la que se encuentran las mujeres.

En el Conversatorio Taller de Autoevaluación del Parlamento Mexicano, la senadora perredista Dolores Padierna Luna hizo un llamado a “incorporar la visión de género a las actividades de los parlamentos para que sean integrales en todos los ámbitos de su acción”.

Resaltó que uno de los logros más recientes en México fue la incorporación de la paridad de género en materia político-electoral a la Constitución. “La travesía --mencionó-- ha sido larga y los avances son cualitativamente muy importantes” porque también se han conseguido cuotas, comisiones legislativas, centros de estudio, presupuestos etiquetados e institutos para beneficio de las mujeres.

Sin embargo, enfatizó que la igualdad entre hombres y mujeres es fundamental en el desarrollo de toda sociedad e implica un esfuerzo de transformación social y cultural en todas sus dimensiones.

Al inaugurar el evento, el senador Miguel Barbosa Huerta, presidente del Instituto Belisario Domínguez, expresó que en el Senado “somos conscientes de esta época y queremos remontar los viejos tabúes de otras épocas” que no permitían la igualdad de los géneros.

Refirió que durante 2009 y 2010, la Unión Interparlamentaria realizó un estudio sobre los parlamentos sensibles al género en el que se concluyó que este tipo de instituciones “responde a las necesidades e intereses de hombres y mujeres en sus estructuras, funcionamientos, métodos y tareas”.

Es decir, agregó, que los hombres y mujeres en el Congreso tienen igual derecho para participar en sus estructuras y procesos, sin discriminación ni recriminaciones.

El también coordinador parlamentario del PRD dijo que los parlamentos sensibles al género eliminan las barreras para la plena participación de ellas, “favorecen el lenguaje y una conducta parlamentaria menos agresiva”.

En tanto, al presentar las conclusiones del estudio elaborado por la UIP, Jutta Marx, consultora internacional, destacó la necesidad de garantizar el acceso igualitario de mujeres al parlamento, así como a posiciones de liderazgo dentro de esta institución.

Además, dijo, se requiere de la promulgación de leyes sobre igualdad de género o la revisión de las existentes y recomendó el diseño de políticas, planes de acción y reglamentos relativos a este tema.

Sobre el tema, la senadora Angélica de la Peña Gómez, del PRD, precisó que “ser reconocidas como sujetas de derechos” es uno paso esencial para cambiar la situación de exclusión, marginación social y cultural en el que se encuentran las mujeres.

Resaltó que la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que determinó que en el pasado proceso electoral los partidos políticos tenían que postular al menos el 40 por ciento de mujeres para el Congreso, permitió que actualmente, de los 128 integrantes del Senado, 44 sean mujeres y  que haya 187 diputadas de 500 legisladores.

Sin embargo, subrayó, “eso no ha sido suficiente” y exigimos que el Poder Judicial aplique la ley irrestrictamente y no sólo como una resolución a un problema de coyuntura.

En tanto, la senadora priista Lucero Saldaña Pérez expresó que durante décadas las mujeres han sido protagonistas de su propia historia. “Para nosotros --dijo-- ha habido logros, por supuesto, logros relevantes que hay que destacar”, como el hecho que nuestro país ocupa el quinto lugar en América con mayor porcentaje de mujeres en el Congreso Nacional”.

Sin embargo, consideró que aún hay trabajo por realizar, ya que “de las discriminaciones, la correspondiente al género es la mayor”.

Dio a conocer que desde la publicación de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres en el año 2006, la participación política de las mujeres en el Congreso ha ido en aumento.

La diputada Martha Lucía Micher Camarena, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, manifestó que con los parlamentos sensibles al género se busca integrar las inquietudes y  experiencia tanto de hombres como de mujeres en el diseño, implementación, seguimiento y evaluación de todas las políticas y programas.

México, indicó, asumió un compromiso sobre este tema y por ello no es casualidad que estemos aquí en la Cámara de Senadores conversando sobre la importancia y los avances en el quehacer parlamentario de las mujeres como estrategas del rumbo político, social, económico y cultural del país”.

“Nuestro principio constitucional --enfatizó-- es la igualdad no la equidad, y es a ésta a la que aspiramos todas las mujeres”.

En tanto que Daphne Cuevas, directora de Consorcio por el Diálogo Parlamentario y la Equidad, estableció que las condiciones de género en el congreso mexicano han mejorado en comparación con un estudio llevado a cabo en el año 2010.

Destacó a manera de ejemplo que en ese año el Congreso en su conjunto tenían 24.5 por ciento de mujeres mientras que la legislatura en curso tiene 36.78, lo que representa un incremento de casi 12 por ciento.

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