altA pesar de la percepción exterior de que nuestro país “experimenta un buen momento”, “la gente aún no está viendo en sus bolsillos los beneficios de las reformas estructurales” advirtió la senadora Mariana Gómez del Campo Gurza.
La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe afirmó que México aún tiene una economía que no repunta, un Estado de derecho débil, falta de competencia en muchos mercados relevantes y una creciente informalidad en el mercado laboral.
Durante la realización de la ponencia “Economía política, una mirada sobre crecimiento, libertad, regulación y gasto público”, a cargo del analista político, Salim Furth, la legisladora panista destacó que a finales de febrero de este año se incrementó hasta en 82 por ciento el precio del gas natural y el empleo formal cayó 50.24 por ciento.
Consideró que nuestro país debe crecer mediante el uso productivo de todos los recursos, incluida la mano de obra, ya que esto atrae el incremento del ingreso per cápita y mejora el nivel de vida de la población.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, agregó, la economía mexicana creció alrededor de 1.3 por ciento en 2013, muy por debajo de la estimación del 3.5 por ciento.
Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estimó que el crecimiento de nuestra economía podría ser más débil al esperado en el 2014, “luego de su anémico desempeño” en el año pasado.
“Según las tendencias actuales, se estima que el crecimiento económico para este año de 3.9 por ciento, está fuera de sintonía”, expresó.
Dijo que la ponencia permitirá tener más elementos de análisis para dar respuestas al fomento del crecimiento, el impulso de la inversión y traducir el crecimiento como una herramienta para el desarrollo y superación de la pobreza.
Por su parte, el senador panista, Juan Carlos Romero Hicks, aseveró que al momento de legislar se tiene que tomar en cuenta al conjunto más amplio de la sociedad y principalmente al consumidor, “ya que la economía a veces no registra las pequeñas tragedias de las personas, sino que se fija en los grandes números que pueden, a veces, ser relevantes”.
En su exposición, Salim Furth mencionó que al momento de crear leyes para regular el mercado es necesario asegurarse que quienes las aprueban no representan los intereses de los productores, sino de los consumidores, “gente que quiere que permanezca bueno y barato el producto”.
Dijo que la desigualdad y el ascenso social no son una cuestión sencilla, sin embargo, para llegar a una economía más justa, es necesario enfocarse en la gente y no en los productos.
En este sentido, enfatizó que el “ingrediente” principal de una economía fuerte son las personas y no solamente el capital, los negocios, el consumo y la “obsesión” con las cifras.
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