Con el fin de expedir una Ley Federal de Cinematografía y el Audiovisual que promueva la producción, distribución, comercialización y exhibición de este tipo de materiales, la senadora María Marcela Torres Peimbert presentó un proyecto de decreto.
El objetivo, explicó, es que la industria audiovisual nacional e independiente sea autosustentable en un futuro mediato.
“Esta propuesta de ley responde a la necesidad apremiante de fortalecer a todos y cada uno de los sectores integrantes de la cadena productiva audiovisual,” aseguró la senadora panista e indicó que también se prevé mejorar las condiciones del mercado interno “con miras a que los contenidos generados en nuestro país sean competitivos”.
La aparición de nuevas plataformas tecnológicas para la transmisión de contenidos y la serie de cambios que se avecinan en materia de telecomunicaciones abren una oportunidad histórica para renovar el marco regulatorio de la cinematografía y el audiovisual nacional; además de asegurar el crecimiento y la sustentabilidad del cine mexicano en los próximos años.
Asimismo, la producción cinematográfica mexicana atraviesa una época excepcional en cuanto a expresión artística y acercamiento con el público nacional y extranjero; como lo demuestran los premios que cosechan los filmes mexicanos año con año en festivales internacionales.
No obstante, muchas de esas obras se dejan a un lado en nuestro país por no ser económicamente rentables, por carecer de recursos para su promoción, o simplemente por condiciones adversas de competencia.
Las reformas planteadas permiten que películas realizadas en México cuenten con los recursos suficientes para su promoción en medios de comunicación, lo que promoverá la asistencia del público al cine. Además, mantiene las obligaciones actuales de los exhibidores respecto a la proyección de largometrajes nacionales.
Por otra parte, la iniciativa crea el Fondo para el Desarrollo de la Cinematografía y el Audiovisual que brindará apoyos financieros y estímulos económicos para fomentar la producción de obras nacionales independientes; es decir, aquellas cuyo financiamiento y realización no se encuentren vinculados a concesionarios de radio o televisión y/o a capitales extranjeros.
Torres Peimbert señaló que otros retos son: promover el acceso de las clases económicas más desfavorecidas a las salas y establecer cines en poblaciones en las que ha desaparecido esta opción e sano esparcimiento.
“Esto promoverá el fortalecimiento de los valores de los mexicanos respecto a los derechos humanos, la democracia y la mejora de la convivencia humana,” afirmó.
La iniciativa se turnó a la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía.
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