El Senado de la República condenó los asesinatos de los hermanos Elías y María Magdalena Reyes Salazar y de Luisa Ornelas Soto ocurridos tras su secuestro, así como los de Josefina, su hijo y su hermano Rubén.

Además, externó su solidaridad y condolencias a la familia Reyes Salazar.

Asimismo, exhortó al gobierno de Chihuahua y a la Fiscalía General del estado a llevar a cabo una investigación profunda, eficaz, eficiente e imparcial para esclarecer los asesinatos de Julio, Josefina, Rubén, Elías y María Magdalena Reyes Salazar y de Luisa Ornelas Soto.

Los senadores también exigieron llevar ante la justicia a los responsables de “tan cobarde y atroz hecho”.

En este sentido, la Junta de Coordinación Política constituirá un grupo plural de trabajo con legisladores de las distintas bancadas, a fin dar seguimiento a las indagatorias relacionadas con los asesinatos de Julián, Josefina, Rubén, Elías y María Magdalena, todos de apellidos Reyes Salazar y de Luisa Ornelas Soto.

De Igual forma, será este órgano de gobierno, a propuesta de los grupos parlamentarios, quien defina la integración de dicho grupo y las actividades que deba realizar para el cumplimiento de sus fines.

La Cámara de Senadores también pidió a la Secretaría de Gobernación que instrumente las medidas cautelares necesarias, para salvaguardar la vida y la integridad física de Sara Salazar, Saúl, Marisela y Claudia Reyes Salazar y al resto de la familia, así como a los activistas y defensores de derechos humanos que los apoyan.

Al presentar el punto de acuerdo, el senador Jesús Garibay García calificó de insultante que en los casos de los miembros de la familia Reyes Salazar, las autoridades no hayan actuado y continúen sin actuar con la misma celeridad, interés y eficacia como lo hicieron ante el asesinato del agente estadounidense Jaime Zapata.

La semana pasada los mexicanos tuvimos conocimiento de una inusitada muestra de eficacia de las autoridades con la detención de los presuntos asesinos del agente migratorio estadounidense Jaime Zapata, agregó el legislador por el PRD.

Dijo que a todos debe indignarnos el dilema que enfrenta Sara Salazar, “salir del país sabiendo que ello implica abandonar su exigencia y lucha porque se le haga justicia y dejar el asunto en manos de funcionarios que de antemano se sabe que no harán absolutamente nada”.

O --subrayó-- quedarse en Chihuahua con el consabido riesgo para su integridad y vida, así como la de sus familiares.

En tanto, el senador petista Ricardo Monreal Ávila aseguró que la familia Reyes ha sufrido literalmente un proceso de exterminio del que son responsables por omisión, impavidad negligencia e incompetencia, las autoridades locales y federales, ya que en menos de dos años han perdido a seis de sus miembros a manos de la delincuencia organizada.

Consideró que el asunto es vergonzoso debido a la manera en que el gobierno ha actuado frente al caso de Jaime Zapata; mientras “el de la familia Reyes lo desnuda y lo pinta de cuerpo entero, como uno deforme y canceroso”.

Destacó que el caso del agente estadounidense demostró que “el atrofiado brazo de justicia mexicano es discrecional, selectivo y sólo responde a intereses o presiones extrajudiciales como fue en el caso del manotazo del gobierno norteamericano”.

Más de dos mil agentes mexicanos --añadió-- han caído en los últimos cuatro años en condiciones similares o peores a las de Jaime Zapata y no hay detrás de ellos un gobierno que les garantice justicia.

Se les sepulta con honores, discursos demagógicos, en donde se les llama héroes, pero de los responsables de sus muertes y el castigo a los agresores, nada de nada, resaltó.

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